Prácticas del lenguaje
MOMENTO DE LECTURA
OJOS
AMARILLOS
Autor: Ricardo Mariño
Ahora que sí me decidí a escribir esta historia
quiero comenzar por la noche en que el chico se despertó con la sensación de
que unos extraños ojos lo miraban mientras él dormía…
Luchando contra su propio miedo alargó la mano y
buscó a tientas el interruptor del velador. La luz lo obligó a mantener los
ojos semicerrados hasta acostumbrarse a la claridad. De pronto le pareció que
algo se desplazaba en la ventana. Esa impresión le arrancó un grito y lo hizo
sentarse en la cama. En situaciones así no le salían gritos potentes, el miedo
parecía obturarle la garganta y sólo emitía una especie de aullido angustioso.
Por lo demás, su madre estaba en una habitación suficientemente apartada como
para no escucharlo.
Se quedó parado sin saber qué hacer. Las dos
opciones lo atemorizaban por igual: quedarse allí o caminar hasta el cuarto de
su madre, atravesando el largo pasillo que unía las dos habitaciones.
Era una sensación desagradable porque todavía no
había salido completamente el sueño. Entre ese estado de confusión, las piernas
que no le respondían del todo y el terror que sentía, no podía pensar. En su mente
se mezclaba la sensación de la pesadilla con lo que creía haber visto en la
ventana.
Era bastante común que tuviera miedo de noche, y
cuando estaba tan asustado sólo lograba calmarse yendo al lado de su madre (su
padre estaba de viaje desde hacía diez días). Hacer el trayecto hasta la habitación
de sus padres le daba miedo, pero no hacerlo era peor: no lograba dormir en
toda la noche y pasaba esas interminables horas mirando de reojo hacia la
puerta, la ventana o el ropero y ni siquiera se animaba a mirar debajo de la
cama, que era otro sitio que le resultaba amenazante.
Como en otras oportunidades, salió de su
habitación caminando lentamente, esta vez casi retrocediendo, sin quitar los
ojos de la ventana, porque la pesadilla de esta noche se relacionaba con una mirada.
Una mirada de ojos extraños. Salió del cuarto con la sensación de que lo
estaban mirando. Caminó en puntas de pie por el pasillo, en busca de la llave
de luz que estaba en el otro extremo. Para empeorarlas cosas. La puerta de su
cuarto emitió un débil chirrido y se cerró, dejando el pasillo completamente
oscuro. El chico permaneció contra la pared y en esa posición resolvió que
debía caminar rápido hacia la habitación de su madre, pero luego de contar
hasta diez. Para contar cerró los ojos y, antes de llegar a ocho, no aguantó
más y salió apresurado. De pronto fue tomado por los hombros. Los gritos, ahora
sí, parecieron sacudir la casa.
Sentados en la cocina, medio abrazados y
temblando de frío o de miedo, la madre y el chico parecían dos criaturas
desamparadas.
-Iba a tu habitación a ver si estabas bien. Tuve
una pesadilla horrible – le dijo la madre.
Actividades
1)
¿Creés en la posibilidad de que un sueño pueda
ocurrir en la realidad?
2)
¿Alguna vez te ha ocurrido soñar lo mismo que
otra persona?
3)
¿De quién crees que eran esos ojos?
4)
¿Te gustó el cuento? ¿Por qué sí? ¿Por qué no?
¿A quién se lo recomendarías? ¿Por qué?
r
Me encantó el cuento,👍👍👍👍👍👍👍👍👍👍👍👍👍👍
ResponderEliminarQuien Qui yo soy León sos de mi grado
EliminarLeón??🤔
EliminarSeño soy León esta re bueno el cuento besos si ves esto seño celenre
ResponderEliminarBuenísimo!!
EliminarLeón?
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